CARTOGRAFÍA de BEKURIANTH
Tal cual se recuerda la geografía de la Isla del Tiempo, conocida por sus moradores como «Bekurianth», se puede reconstruri el mapa de los distintos territorios así:
Al norte, culminando la escarpada costa de los Dragones se alza en todo su esplendor La Ciudadela, sede del gobierno de La Isla.
Al oeste de La Ciudadela, protegida por impenetrables muros en forma de media luna, se halla la Ciudad de los Magos. Hogar de misterios insondables y poderosas familias de mágicos linajes.
De norte a sur surca una larga cordillera cubierta en su mayor parte por una bruma perenne y terribles tempestades de nieve que la hacen imposible de cruzar, en cuyo corazón se dice que permanecen intactos los cuerpos de los primeros dragones muertos, en el Valle de los Caídos, pero nadie vivo ha atravesado jamás La Espina, salvo a través del largo túnel subterráneo con su larga vía férrea que conecta el norte con el sur, con la Ciudad Industrial de Nurja.
Siguiendo ruta por las tierras del norte, al este de las montañas se encuentra la costa de los Pescadores, que abraza las Cunas de los Dragones, espectaculares islotes de roca viva, afilados y amenazadores que surgen del mar como dientes demoniacos y sirven de refugio a algunas especies menores de dragones.
Bordeando el este se llega a los dramáticos acantilados de las Dracónidas, el pueblo reptiliano que conoce el secreto del metal onírico llamado Malikatuk.
Justo al otro lado de la Espina, se encuentran los Llanos de los Guerreros. Un territorio de páramos y densos bosques poblado por escasas tribus salvajes, desde los pies de las montañas a los intransitables pantanos donde moran las polillas productoras del codiciado Tul de Éter.
El sur es territorio de Nurja, la gran potencia industrial. Al oeste, el remanente de bosque aún no consumido por la Ciudad de las Fábricas está habitado por las Hadas Negras, cuya habilidad para tejer el Tul de Éter con fibra de Ohz hizo famosa en su tiempo la artesanía de Nurja.
Al este, entre los últimos brazos de La Espina, se encuentra el Retiro de los Magos, un paraíso reservado a unos pocos y protegido del mundo por magias desconocidas.
Toda la tierra intermedia, entre La Espina y el Mar está cubierta por la urbe industrial de Nurja.
Cartografía original: Maestro Retamar de Tofiño, 1982
Archivos de la Sildhala – Sección de Mapas
Reproducción en linograbado cortesía del taller de FénixArtS