PROMESAS Y CONSECUENCIAS

 

CICLO ROCHAVELLA – La familia de Alanna

Se trata de una saga familiar que sirve como hilo conductor para profundizar en el lore de los Clanes Sumergidos.

Desde la introducción del personaje de Alanna Rochavella, pero sin que sea la protagonista lineal de lo narrado, cada libro se centra en las aventuras y desventuras de un miembro de su recién conocida familia de sangre.

Acompáñala en este recorrido de intensas relaciones interpersonales, aprendizajes y crecimiento, con un potente contenido erótico y toques de humor y filosofía.

(Contenido LGTBI+ en todos los libros)

DE INTERÉS PARA FRIKIS (¡Ojo! ¡Spoiler!)

Se trata de una familia de semihadas, conectada por motivos profesionales y personales con diversas redes y personalidades del mundo sumergido. Por su naturaleza feérica, los miembros de la familia suelen ser impulsivos, pasionales, ardientes y muy poderosos, además de tener tendencia a atraer y rodearse de todo un elenco de personajes sobrehumanos.

Cada uno de los protagonistas de esta saga vivirá sus propias historias de amor, luchas, desafíos y aventuras, entrelazadas con las vidas de los otros en un entramado simbiótico y complejo.

PROMESAS Y CONSECUENCIAS (Ciclo Rochavella III) – SINOPSIS

El libro de Haller

Una visita inesperada reclama una antigua deuda familiar, al tiempo que los peores temores del Husky se hacen realidad, cuando un asesino a sueldo aparece para comprobar su desaparición.

DE INTERÉS PARA FRIKIS (¡Ojo! ¡Spoilers!)

En este tercer volumen del ciclo se reúnen personajes de varias tramas.

La llegada del arcanista loco resulta tener más motivos de los que él mismo creía y un peso en la familia difícil de imaginar.

Mientra tanto, el Husky se ve obligado a volver a su antigua posición, aunque eso suponga apartarse de Balder que, alertado por una visión de Alanna, pondrá en marcha todo el poder de su sangre feérica para intentar salvarle de una muerte segura.

 

Empieza a leer

Capítulo I – El Husky

Amaneció con el brazo de Balder por encima y al escanear su alrededor en busca de potenciales amenazas encontró un apacible panorama familiar de cuerpos felizmente tumbados en sus camas, descansando dulcemente, como él mismo.

Era una sensación extraña. De sospechosa y a la vez reconfortante calma. Balder dormía ingenuamente feliz, abrazándole con inmaculado cariño y con el rostro relajado y sereno. Era un lujo poder disfrutar de aquella tregua en la vertiginosa tempestad que era su vida, pero precisamente la idea de que no era sino una tregua entre batallas era lo que le mantenía alerta, inquieto y expectante.

Balder, por su parte, satisfecho y completo, había abrazado la perspectiva de empezar una vida juntos, como si fuera una decisión liviana y carente de repercusiones, y con esa idea alegre se había dormido la noche anterior. Sin temores. Sin remordimientos. Sin dolor.

Se volvió hacia él, sin apartar el brazo que le cubría y le contempló dormir en ese sueño profundo y relajado que tan pocas veces se había permitido a sí mismo.

Recordaba otro rostro tan hermoso como el suyo, mucho más joven, casi más ingenuo a los torbellinos de la vida, en su torturada espiritualidad artística. La última vez que había yacido con esa agradable intimidad, con ese deseo de permanencia y de crecimiento conjunto… el hombre al que amaba le había sido arrebatado. Mientras acariciaba el rostro sosegado de Balder el corazón le dolía en el pecho de pensar que a él pudiera pasarle lo mismo que a Yuri. No quedaría un pedazo de su alma para sentir cualquier piedad sobre la criatura responsable de su muerte. Aquello sí le convertiría en el monstruo del que hablaba su leyenda en determinados círculos… pero mientras Balder viviera y estuviera sano y bien, el mundo estaba a salvo de Haller. Ahora estaba muerto para el mundo y nadie le buscaría allí, ni siquiera Morgan contactaría con él directamente para nada, salvo que se tratara de una urgencia vital.

Habían acordado un sistema a través de una intrincada red de operadores logísticos con cruce de fronteras, cambios de transporte, renombres y direcciones falsas para que Morgan pudiera hacerle llegar poco a poco algunas cosas. Tendría que salir de la finca para hacerse con ellas porque nadie, salvo Morgan, podían conocer la existencia de la finca Rochavella como un ente relacionado con su imperio.

Pero todo estaba atado, al fin y al cabo. Y esa sensación de repentina libertad le producía un interesante vértigo. Se preguntaba qué haría a partir de ese amanecer, en qué consistirían sus días.

Agin le había sugerido “reinventarse” y era evidente que algo debía inventarse para hacer. No tenía dotes artísticas para emplearse en los talleres como había hecho el propio herrero en su momento, ni se veía trabajando en el hotel o en las granjas. Ninguno de los Rochavella trabajaba en realidad en su negocio, salvo a nivel gestión y él había logrado delegar siempre la gestión en profesionales de confianza, a los que no debía recurrir para evitar desvelar su supervivencia.

Después de dar muchas vueltas al tema terminó por levantarse. Balder dormía apaciblemente y el Husky se estiró y aprovechó el amplio espacio de la habitación para realizar algunas series de ejercicios. Hacía tiempo que había implementado en su rutina una sesión de entrenamiento matutino para mantener su maltrecho cuerpo en forma y todas las cicatrices y nudos de su curtida musculatura elásticos y útiles.

Se dio cuenta de que la magia de las hadas no solo había reducido las cicatrices entre sus piernas y su pecho, también sus dedos parecían más flexibles y menos retorcidos, su cuerpo entero respondía mejor que de costumbre. A pesar de que la cuchillada del hombro seguía presente, abierta y maltratada durante la gimnástica sesión nocturna, el resto de marcas de su cuerpo habían remitido. El hombre que dormía a escasos metros de él, complacido y descaradamente feliz, era el responsable de un milagro con el que el mestizo jamás había siquiera soñado.

Al terminar su rutina se sentó largo rato a contemplarle dormir, embelesado. No había descansado el día anterior tras haberle donado energía en el proceso de curación feérica al que le habían sometido y ahora yacía profundamente sosegado.

Dedicó unos minutos más a meditar, sentado frente a la cama y después se tumbó en el suelo, en la compleja postura del cadáver: savasana, para descansar de la rutina. Le sacó de su reposo el sonido de un cuerpo precipitándose sobre el suyo desde la cama y abrió los ojos para ver el rostro preocupado de Balder a escasos centímetros y sentir su mano lanzada contra su cuello para tomarle el pulso. Rompió a reír mientras el apuesto y preocupado hombre le preguntaba por su salud.

(…)

Sigue leyendo…

Para empezar el Ciclo desde el principio, consulta: Hechizos y Cambios (Libro de Éire)
Para conocer la historia previa a esta, consulta: Amenazas y Recuerdos (El libro de Balder)

¡Únete a los Clanes!

Síguenos en Redes Sociales

 

© 2021 – Clanes Sumergidos – Escocia Figno. Todos los derechos reservados. Diseño web cortesía de DragónFénix.art

Sitio web alojado en Evidalia Hosting. Todos los textos expuestos en esta web están registrados por el autor en SafeCreative.